Inexplicablemente no publicado en forma íntegra en español hasta ahora.
Ensayos literarios es un libro ineliduble para la comprensión de la modernidad y de las tradiciones de las que surge y con las que rompe, y de los criterios estéticos que sustentan la literatura del siglo XX. Al iniciar sus ensayos, Pound nos advierte: «Para tranquilizar al lector común, permítanme aclarar de una buena vez que no me interesa confundirlo haciéndole leer más libros, sino permitirle leer menos libros con mayor provecho».
Efectivamente, ¿qué leer?, ¿cómo leer? y, sobre todo, ¿libros, para qué? Estas, se podría decir, son las interrogantes, llanas pero fundamentales, que atraviesan los treinta y tres textos críticos de Ensayos literarios, compilación que, sesenta y dos años después de su publicación, aún constituye un hito en la canonización de Pound como el gran poeta y crítico del modernismo.
Por su magnitud, bien podría decirse que Ensayos literarios es una obra de doble autoría: en ella convive el genio del ensayista, Pound, con la agudeza de T. S. Eliot, el amigo y editor de esta antología, articulada sobre la base de una notable selección de textos aparecidos en publicaciones previas —Pavannes and Divisions (1918), Instigations (1920), How to Read (1931), Make it New (1934) y Polite Essays (1934)— que, en aquel entonces, se encontraban al borde del olvido.
Este libro se divide en tres secciones —«El arte de la poesía», «La tradición» y «Los contemporáneos»— que, por primera vez en lengua española, se reúnen en un único volumen y que, como señala Eliot, nos permitirán acercarnos al Pound pedagogo, propagandista y escritor «pionero de una revolución en el ámbito de la poesía».
Un elemento para poder dimensionar la envergadura del esfuerzo de composición de este libro y su importancia e impacto lo menciona Eliot en el prólogo cuando señala que «la permanencia de la crítica de Pound se debe simplemente al hecho de haberse percatado con tanta lucidez de qué era lo más apropiado para expresar en el momento preciso. La dedicación que le profesó a su época —y a las necesidades que de ella surgían— lo ha impelido a expresar muchas cosas que tienen un valor permanente que tal vez no logren percibir aquellos lectores tardíos que no son capaces de situarse en la historia».
Selección y prólogo de T. S. Eliot
Traducción de Julia J. de Natino y Tal Pinto
Vista previa a las primeras páginas del libro.
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