Las matemáticas no solo son una herramienta imprescindible para nuestro desarrollo científico y tecnológico, sino que potencian el amor a la creatividad improductiva, nos proporcionan el placer de adentrarnos en un misterio sin recibir nada a cambio y nos permiten ejercitar las maniobras mentales necesarias para ir afinando nuestra intuición mientras jugamos a descifrar enigmas que, aparentemente, no tienen ningún valor. Por eso, no es extraño que, aparentemente, no tienen ningún valor. Por eso, no es extraño que algunos las encuentren fáciles e incluso divertidas.
Ahora bien, para mucha gente el aprendizaje de las matemáticas resulta, en mayor o menor medida, una experiencia frustrante y es lógico que se pregunten con extrañeza y angustia: «¿Es posible perder el miedo a las matemáticas? ¿Se pueden aprender sin esfuerzo? ¿Pueden incluso ser divertidas?».
No hay que preocuparse. No hace falta perder el miedo a las matemáticas. Basta con aprender a controlar ese miedo y a enfrentarse a ellas de una forma más relajada. Este libro propone un viaje apasionado a través de algunos conceptos del álgebra y del cálculo infinitesimal. Navegando, eso sí, sin angustias ni agobios. Al final podrá decir con conocimiento de causa si la experiencia ha resultado divertida.
La Biblioteca de Divulgación Temática pone en manos del estudiante y del investigador una herramienta de trabajo. Sus libros no son un estudioo un tratado crítico sobre algún tema en particular. Son ambas cosas a la vez; una introducción a un tema a la vez que exposición crítica del desde una perspectiva actual. Cada libro anima el inicio de una lectura en profundidad del tema de que se trate.
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