La vida parisiense

Tal vez el guatemalteco Enrique Gómez Carrillo (1873-1927) haya sido desplazado del interés literario para acabar convertido en figurante de la historia. Brillantísimo, prosista del modernismo hispanoamericano, escribió novelas, memorias y relatos de viajes, pero principalmente fue el exitoso cronista de novedades, bien acogidas en las revistas y periódicos del continente. Desde luego, a París dedicó sus esfuerzos porque la Ciudad Luz era para su generación tanto el centro de toda novedad posible como la moderna «capital de la latinidad». Quienes no podían vivir «allá», aquí por la crónica, se sumergían en las ensoñaciones de Madame Bovary. La moda entonces (los sombreros, las actrices bonitas), la bohemia, lo decadente, los monstruos literarios de un tiempo, lo efímero de los escándalos de boulevard, y el fuerte pleito de un arte «nuevo»; en fin, todo lo lleno de sensaciones hasta constituir una estética coherente. De ahí el título de este libro singularísimo por sus emociones y curiosidades. Selección y presentación de Óscar Rodríguez Ortiz.