Uno de los más exquisitos, divertidos y emotivos longseller ingleses inéditos del siglo xx.
«Una obra de gran originalidad y deliciosa lectura en la que se mezclan hábilmente la fantasía, la sátira y la comedia romántica (…). Una novela sumamente entretenida y bastante menos ligera de lo que podría parecer» (Rosamond Lehmann, autora de El cisne en el ocaso).
En esta novela, aparecida en 1946, se narra la historia de Nona Ranskill, una mujer soltera de clase acomodada que, embarcada en un crucero de placer por el mundo, cae accidentalmente por la borda y es arrastrada por la corriente hasta una isla desierta en la que ha de convivir con otro náufrago —un hombre de profesión carpintero que había llegado allí años antes—. Cuando él fallece, Nona decide hacerse a la mar en un bote que ambos habían estado construyendo; finalmente, después de sortear innumerables peligros y sufrir muchas penalidades, es rescatada por un destructor británico en plena Segunda Guerra Mundial.
Cuando pisa de nuevo suelo inglés y se reencuentra con sus parientes y amigos —que hacía años que la habían dado por muerta—, Nona cree que ha perdido el juicio o que ha llegado a un país que no es el suyo, pues descubre, asombrada, que es imposible comprar ropa ni alimentos sin «cupones» y que la gente emplea un extraño idioma con siglas y palabras incomprensibles como ARP, Ack-Ack, Quislings, ATS, WAAF, NAAFI, WRNS… Sus conocidos, que solo parecen interesados en las tareas de la Defensa Civil y e l«trabajo de guerra», la tildan de incivilizada por andar descalza, ir caminando a todas partes o presentarse tarde a comer. En un país completamente volcado en su esfuerzo bélico, la señorita Ranskill, en medio del temor a los ataques aéreos, de las medidas antibombardeo y antiespionaje, del racionamiento y las privaciones propias de los tiempos de guerra, se siente como un pez fuera del agua —ella misma se compara con Rip van Winkle— e ignora cómo ha de conducirse en aquel medio desconocido que, no pocas veces, la lleva a recordar con nostalgia los años pasados junto al carpintero en la isla.
La vida que, durante la Segunda Guerra Mundial, llevó Ursula Graham Bower —hija del primer matrimonio del comandante Bower— entre los nagas del noreste de la India sirvió de inspiración para esta novela.
Ver más