En el verano de 1941, en una isla de Dalmacia, un oficial italiano que está de permiso por convalecencia entabla amistad con Simeone, un anciano con el que pasa las horas pescando. Este le cuenta el caso de Emidio Orlich, un alférez del ejército austríaco, muerto en el frente durante la Primera Guerra Mundial en circunstancias en las que se mezclan coraje, sacrificio y traición. El hombre suscita la fascinación del oficial por la suerte de Emidio e instaura, poco a poco, un juego de identificación entre los destinos de ambos soldados. Las vicisitudes de dos jóvenes de generaciones distintas, envueltos en guerras también diferentes, convergen en el sugestivo aunque herido paisaje adriático. Claudio Magris afirmó, con ocasión del fallecimiento de Franco Vegliani, que este era «el autor de una novela repleta de melancolía y sobria poesía, La frontera, uno de los libros más hermosos de la literatura triestina de posguerra».
Franco Vegliani (Trieste 1915 - Malcesine 1982) de madre triestina y de padre originario de Fiume (la actual Rijeka), nació en lo que por ese entonces era el gran puerto del imperio austrohúngaro. De resultas de la Primera Guerra Mundial, se convirtió en ciudadano italiano y adoptó el apellido Vegliani como homenaje a la isla de Veglia (Krk) en la que pasó parte de su infancia. Durante la Segunda Guerra Mundial participó en la Campaña del Norte de África, fue hecho prisionero y permaneció cuatro años en Egipto. A su regreso a Italia, después de la guerra, se estableció en Milán, donde ejerció el periodismo. Entre sus obras destacan, además de La frontera (1964), Un uomo del tempo (1941) y Processo a Volosca (1958).
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