En algún sentido, la filosofía de Hegel representa el fruto máximo de una metafísica que ya ha quedado atrás. Y, no obstante, resulta al mismo tiempo completamente viva, inquietante, incluso retadora, como si tuviera bastante que decir y se encontrara a punto de entrar en disputa. Lo cierto es que aún sigue siendo un lugar de referencia ineludible, puesto que los caminos iniciados por ella todavía producen efectos. Un cierto aroma hegeliano impregna nuestro mundo de ideas.
La filosofía hegeliana es además eminentemente moderna en otro sentido: Expresa el designio principal de la modernidad: poner en conceptos el propio tiempo. Y lo hace mediante el esfuerzo especulativo de una razón que es mundana y a la vez intenta ir más allá de las limitaciones epocales, con lo que realiza una puesta en cuestión de los propios fundamentos. De este modo, como sucede con el pensamiento más genuino, está en el tiempo y es asimismo intempestiva. Lejos, pues, de haberse convertido en un hecho del pasado al que únicamente se volvería por razones de curiosidad histórica, se trata de algo que todavía da mucho que pensar.
La Biblioteca de Divulgación Temática pone en manos del estudiante y del investigador una herramienta de trabajo. Sus libros no son un estudioo un tratado crítico sobre algún tema en particular. Son ambas cosas a la vez; una introducción a un tema a la vez que exposición crítica del desde una perspectiva actual. Cada libro anima el inicio de una lectura en profundidad del tema de que se trate.
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