Escrita en una semana en el año 1954, la novela Eloy fue finalista del Premio Biblioteca Breve de la editorial Seix Barral de 1959. Según Carlos Barral, editor y jurado de este premio, Eloy se constituye así en el antecedente más inmediato del boom de novela latinoamericana que apenas un tiempo después torcería el rumbo de la literatura del continente. La razón para esto, según Barral, es que Eloy produjo la necesaria apertura en los editores españoles para lo que pudiera estarse escribiendo en Latinoamérica.
Unos años antes de ese fallo, se cuenta que Carlos Droguett se paseaba de editor en editor con el manuscrito de la novela. «Por poco clara e inconsistente», se dice que fue la razón esgrimida por uno de ellos para desestimar su publicación. La dificultad que tuvo la obra literaria de Carlos Droguett en imponerse, quizás esté a la altura de la radicalidad de su propuesta en un medio más bien acostumbrado a una narrativa lineal. Eloy es una novela fundamental en la literatura chilena que ahora se edita en la versión definitiva concluida por el autor en 1982.
«Esta admirable novela desarrolla las últimas horas de un bandido criollo acorralado, enlazando con mucha habilidad el dramatismo externo de la acción y la densidad interna del monólogo. Recuerdo de amores y de crímenes se tejen febrilmente con los hilos cruzados de la violencia y la ternura. [Eloy es un relato] acezante como una cópula que crece hasta la muerte».
Ignacio Valente
«Se ha hablado demasiado de la soledad en la obra de Droguett como si fuera un tema literario o un atributo de sus personajes, cuando ella es en realidad la que los produce y la que produce el texto […]. El verdadero protagonista de la novela es el lenguaje. Es decir: la frase, que se alarga, que se desborda como si quisiera con una sola e inmensa palabra colmar tanta soledad, tanto abismo. La paradoja de este lirismo de la soledad es que arraiga en lo más hondo del drama social chileno».
Vista previa a las primeras páginas del libro.
Ver más