«Estos hechos que ahora voy a contarte, mi querido niño, mi querida niña, sucedieron cuando los animales domésticos eran aún salvajes. El perro era salvaje, y salvajes eran también el caballo, la vaca, la oveja y el cerdo, tan salvajes como puedas imaginarte, y vagaban por los bosques húmedos y salvajes en compañía de sus salvajes parientes. Pero el más salvaje de todos los animales salvajes era el gato».
Rudyard Kipling nos ofrece una de las ficciones más tiernas y maravillosas de toda su obra. Un imperdible texto del creador del Libro de la selva, que enamorará por igual a perros y a gatos, a madres, padres y a niños soñadores de todas las edades.
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