En línea con la tradición de Susan Sontag y Elaine Scarry, Maggie Nelson se ha convertido en una de las principales críticas culturales con este ensayo sobre las representaciones de la crueldad y la violencia en el arte. Desde la poesía de Sylvia Plath hasta las pinturas de Francis Bacon, desde la franquicia deSaw hasta las performances de Yoko Ono o Marina Abramović, desde el teatro de Antonin Artaud hasta las instalaciones de Santiago Sierra o Ana Mendieta, el sutil recorrido de Nelson a través del paisaje artístico ofrece un modelo de cómo unas férreas convicciones éticas se pueden conjugar con una defensa igualmente vigorosa del arte que pone a prueba los límites del «buen gusto», el tabú y lo tolerable.
Los artistas de la crueldad atraen nuestra atención, incluso mientras se esfuerzan en ofendernos y aterrorizarnos, porque explotan nuestra vena masoquista. Con destreza y creatividad, Maggie Nelson se las arregla para colocar ante nosotros un espejo con el que nos muestra la fascinación de nuestra cultura por la crueldad y nos invita a reflexionar sobre nuestras razones emocionales para consentirla.
«Nelson, que también es poeta, es una escritora tan elegante que yo, simplemente, me acomodo y disfruto del espectáculo. Este es un libro importante y, con frecuencia, sorprendente. Las opiniones de Nelson pueden ser extravagantes y difíciles de encajar unas con otras, pero nunca dejan de ser interesantes. Nelson es más fuerte cuando más furiosa está y escribe con fiereza controlada sobre el anti-intelectualismo y la rudeza del presente. Estamos ante un libro impredecible y original». Laura Kipnis, New York Times Book Review
«El arte de la crueldad no es un libro para un lector remilgado o pasivo. Molestará, confundirá e, incluso, deleitará a veces. En sus momentos más trascendentes, leer a Nelson puede suponer la mejor conversación de tu vida». Rachel Syme, NPR Books
«La pregunta que plantea Nelson sobre lo que significa para los artistas —y el público—ahondar en la crueldad necesita ser abordada, pensada, discutida y debatida. Nelson nos obliga a pensar por nosotros mismos, lo que, como Margaret Fuller sabía, es a menudo el mayor regalo que nos pueden hacer los críticos. Espero que aquellos que estén interesados en la relación entre el arte y la ética lean El arte de la crueldad». Susie Linfield, New Republic
«El arte de la crueldad, de Maggie Nelson, no nos da tregua. Nos incomoda. No solo porque hace una revisión bastante amplia de todo tipo de producciones artísticas, sino también —y sobre todo— por su incisivo método retórico. La incomodidad proviene de que a lo largo de los dieciséis capítulos Nelson nos llena de dudas a la vez que nos confronta. La ensayista, poeta y profesora universitaria norteamericana propone un viaje crítico para revisar, obra por obra, la posible eficacia del arte de la crueldad». María Paz Guerrero, revista Tropelías
Traducción de Lawrence Schimel
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