Gyuri, el niño que protagoniza esta novela marcadamente autobiográfica, es hijo del rabino reformista de una ciudad que es idéntica en todo a Sopron, lugar de nacimiento de Károly Pap y donde a comienzos del siglo XX vivía una de las comunidades judías más antiguas de Hungría. A diferencia de sus hermanos, Gyuri es educado por su abuelo paterno, Jeremías, un fanático ortodoxo que se prepara para viajar a Jerusalén. De regreso en casa de sus padres, Gyuri se rebela contra la hipocresía que impregna el sentimiento religioso y la relación entre los habitantes de la pequeña ciudad. La descripción magistral que Pap hace del claustrofóbico microcosmos familiar pone de manifiesto, con la misma contundencia, la complejidad de un alma infantil y los claroscuros que caracterizaron el ascenso social y la rápida asimilación de los judíos húngaros.
Károly Pap, novelista, dramaturgo y poeta, es uno de los mejores escritores húngaros del siglo XX. Nació en 1897 en Sopron y fue el tercer hijo del rabino reformista de esa ciudad del oeste de Hungría. El estallido de la Primera Guerra Mundial lo alcanzó cuando se preparaba para el examen de bachillerato, de modo que solicitó adelantarlo para poder alistarse como oficial voluntario en el ejército de la monarquía austrohúngara. A su regreso del frente, tomó partido por el gobierno comunista de Béla Kun, al que siguió el llamado "terror blanco" del régimen de Horthy, que asesinó a numerosos seguidores del Ejército Rojo y también a judíos. Tras pasar unos meses en la cárcel, Károly Pap vivió en Viena y en distintas localidades húngaras. Trabajó como empleado, lavó coches, fue carpintero especializado en la fabricación de ataúdes y se unió a compañías de teatro ambulante. En 1938 tuvo que realizar trabajos forzados por ser judío y más tarde, en 1944, lo deportaron al campo de concentración de Buchenwald, donde fue visto con vida por última vez a principios de 1945.
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