Ambientado a principios de mil novecientos, Imágenes de infancia y adolescencia testimonia la errancia de un inquieto muchacho que, entre obreros, borrachos, compadritos, migrantes e indígenas desplazados, devora periódicos anarquistas, se enamora de escritores malditos, milita en colectivos proscritos y da sus primeros pasos como escritor y activista.
«Nací en Buenos Aires, Argentina, en una casa de la calle Combate de los Pozos, al sur de esa ciudad. Es un barrio proletario, un poco abandonado, como todo lo proletario». Así comienza Imágenes de infancia y adolescencia, el vibrante relato autobiográfico en que Manuel Rojas rememora una niñez y juventud enraizadas en los barrios periféricos de Buenos Aires, Rosario, Mendoza y Santiago, y que se alza también como una especie de retrato del artista cachorro.
En su relato, Rojas hilvana la micro-historia del pupilo aventajado de una generación que —a falta de educación formalizada— forja su conciencia cívica en las cofradías anarquistas, lecturas libertarias y, por sobre todo, en su experiencia como obrero trashumante que asciende la Cordillera los Andes y cruza a pie la frontera antes de recalar en el Santiago de 1912.
Treinta y tres años después de su primera publicación en 1983, esta obra póstuma es reeditada y ampliada con manuscritos inéditos que continúan, con avances y retrocesos temporales, la escena que cierra aquella versión, y que —como observa en el prólogo el presidente de la Fundación Manuel Rojas, Jorge Guerra— revelan el carácter autobiográfico de la obra de Rojas. No es aventurado afirmar que Imágenes de infancia y adolescencia es un texto clave para reconstruir su genealogía literaria: en cada una de sus viñetas, se reconocen los entrañables bosquejos de atmósferas y personajes inmortalizados en su obra de ficción.Este volumen, además, incluye tres crónicas dispersas y una serie de fotografías que guiarán al lector en su aproximación a las memorias de Rojas, una de las voces más relevantes de las letras hispanoamericanas del siglo XX.
Compilación y prólogo de Jorge Guerra
Ver más