Este estudio pionero en la interpretación de las obras de Friedrich Nietzsche, que se publicó en Viena en 1894, está considerado todavía hoy como uno de los más penetrantes. Su autora conoció al «filósofo solitario» cuando ella contaba veintiún años y él treinta y ocho. Impresionado por su inteligencia y belleza, Nietzsche le hizo varias propuestas de matrimonio que ella rechazó. Algunos años después de su amistad, la antigua alumna abordó la obra del autor de Así habló Zaratustra desde una perspectiva que pretendía aunar vida y pensamiento, al hombre con el filósofo. Convencida de que en la poderosa personalidad de Nietzsche se encontraba la explicación de la fuerza y desmesura de su filosofía, Lou Andreas-Salomé revela los entresijos de un espíritu desinhibido que nunca temió volar en las alturas del pensamiento, pero cuyos estados de ánimo, afectos y vehemencia condujeron también hacia profundos abismos.
Lou Andreas-Salomé (San Petersburgo 1861-Gotinga 1937) nació en el seno de una familia acomodada de origen báltico, en la que se hablaba indistintamente en ruso, alemán y francés. Desde muy joven demostró un gran afán de conocimiento y se interesó por la teología, la filosofía y la historia del arte. En el año 1880 se inscribió en la Universidad de Zúrich. En 1882, durante una estancia en Roma, conoció al filósofo Paul Rée, quien le presentó a Friedrich Nietzsche. En 1887 se casó con el orientalista Friedrich Carl Andreas. Fue amiga de Gerhart Hauptmann, Frank Wedekind, Arthur Schnitzler y Rainer Maria Rilke, con quien mantuvo una intensa relación sentimental. A partir de 1911 comenzó a interesarse por el psicoanálisis, estudió con Alfred Adler y se convirtió en discípula de Sigmund Freud. Autora de novelas y ensayos así como de una extensa correspondencia, fue una de las intelectuales más cautivadoras e inquietas de su época.
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