Salvador Allende era un demócrata que intentó evitar a toda costa el quiebre de la democracia.
A partir de esta verdad establecida, Juan Pablo Alessandri y Pablo Cancino desarrollan una exhaustiva investigación recurriendo exclusivamente a fuentes de izquierda para responder esta y otras preguntas. ¿Fue Allende un demócrata que solo intentó hacer la revolución por una vía institucional sin recurrir a la violencia, o amenazaba con ella ya que la revolución habría de hacerse «por las buenas o por las malas»? ¿Qué alcances tiene su autodeclarado marxismo-leninismo? ¿Pasaba su proyecto político por la abolición de la democracia, es decir, es posible que quien pretenda abolir la democracia sea un demócrata? ¿La Contraloría General de la República y los poderes legislativo y judicial tenían fundamento para declarar que su gobierno infringió sistemáticamente la Constitución y la legislación vigente? ¿Tuvo el presidente Allende cercanía con el proceso guerrillero en curso en América? ¿Era Allende, como cita Erich Snacke en sus Memorias, «más revolucionario que diez Altamiranos juntos»?
Así, con un impresionante caudal de información y decenas de acontecimientos, documentos y testimonios contemporáneos y posteriores, Allende y la preparación de la lucha armada teje una trama en la que, guardando todos los respetos hacia la figura presidencial y del presidente Allende, retrata la época y sus protagonistas para develar y desmitificar la imagen que los relatos conmemorativos dan de Salvador Allende. He aquí la presentación de un líder que, por convicciones y circunstancias, y ante la imposibilidad de su primera tesis («la vía pacífica»), deriva hacia la vía radical, posibilidad ya enunciada en 1970 en una entrevista a un diario mexicano: «No creo en una guerra civil, pero tampoco la descarto. Pues si a Chile se le cierran los caminos no quedaría más alternativa que la insurgencia armada. Estamos dispuestos a todo».
A cincuenta años de la coyuntura histórica que conmocionó al país y cuyas víctimas nos siguen penando, es imperioso reflexionar en torno a las causas que motivaron el quiebre institucional, aun cuando este esfuerzo arriesgue ser tachado frívola e irrresponsablemente de «negacionismo».
Vista previa a las primeras páginas del libro.
Ver más