«Quienes creen conocerme me consideran una adolescente con problemas. Quienes me conocen de verdad saben que soy una adolescente en problemas». Así se presenta Livia Spector, una adolescente ñuñoína de diecisiete años que desde su egreso de cuarto medio va de excesos en excesos estrellándose con la vida.
Es verano en el Santiago del 2000, las veredas arden, los pies se hunden en el asfalto, sobrevuelan los tiuques y Livia está sola en casa. Su madre, una mujer fracturada, ha partido de vacaciones intempestivamente, y su padre hace tiempo ya no vive con ellas. Entre gatos guachos, cajas y álbumes de fotos olvidados, Livia debe conseguir un arrendatario para la casa que pronto dejarán. Sin más compañía que la de Dangil, su hermanastro skáter, y la fidelidad de su playlist mental, nuestra protagonista tendrá que sobrevivir el verano en una casa basural, sin agua, luz, teléfono, ni dinero.
Después de nueve años de su primera edición, Viera-Gallo entrega una versión revisitada de Verano robado, la historia de un viaje iniciático en el que Livia Spector se despide de la adolescencia, enfrenta la desilusión y el desamparo y, en las calles de una ciudad embriagada con el nuevo milenio, descubre el sentido del verdadero amor.
«Un libro bien escrito y concebido, preparado con inteligencia, astucia».
Camilo Marks
«Verano robado te acalora, te agobia, te deprime y te asalta y, sobre todo, termina robándote el corazón para dejarte sumido en el más frío de los inviernos».
Alberto Fuguet
«Verano robado es un bildungsroman femenino, una cruza posmoderna entre Emily Brontë y Salinger. El motivo clásico de la fuga adolescente es reemplazado por el de una adolescencia encerrada».
Carlos Tromben
Vista previa a las primeras páginas del libro.
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