Autor: Carlos Droguett
Carlos Droguett Nació en Santiago en 1912 y murió en Berna, Suiza, en 1997, país en el que se radicó en 1976 para no volver nunca más a Chile. Cursó sus primeros estudios en el Liceo San Agustín donde tuvo contacto con el Padre Alfonso Escudero, importante hombre de letras que lo apoyaría en su carrera literaria. En 1933 inicia estudios de Derecho y de Literatura Inglesa en la Universidad de Chile, carreras que abandona por el impacto que le causó la Matanza del Seguro Obrero el 5 de septiembre de 1938. “Creo que la matanza, por el horror ya no leído sino vivido, fue lo que determinó un verdadero cambio en mi vida… me remeció profundamente y me hizo conocer mi capacidad de odiar”, escribió. Pese a que antes de este acontecimiento había publicado algunos cuentos, fue con él que inició su obra literaria y periodística al publicar en 1939 la extensa crónica Los asesinados del seguro obrero, que un año después fue editada en forma de libro. Entre la publicación de este volumen y de la novela 60 muertos en la escalera en 1953 –texto en que reelabora literariamente el tema de la matanza-, desarrolló un importante trabajo como columnista y publicó una veintena de cuentos en diarios y revistas. Tras estos dos primeros libros logró el reconocimiento internacional con la publicación en la prestigiosa editorial Seix Barral de Eloy (1960), novela que tuvo un gran éxito y que rápidamente fue traducida a diversas lenguas. Posteriormente publicó 100 gotas de sangre y 200 de sudor (novela, 1961), Patas de perro (novela, 1965), Los mejores cuentos (cuentos, 1967), Supay, el cristiano (novela, 1967), El compadre (novela, 1967), El hombre que había olvidado (novela, 1968), Todas esas muertes (novela, 1971), El cementerio de los elefantes (cuentos, 1971), Después del diluvio (novela teatralizada, 1971), Escrito en el aire (crónicas, 1972), El hombre que trasladaba las ciudades (novela, 1973), Materiales de construcción (ensayo, 1980), y El enano cocorí (novela, 1986). En forma póstuma se han publicado las novelas Matar a los viejos (2001) y La señorita Lara (2001). El conjunto de su obra literaria tiene como supuesto la creación de un lenguaje que le permita expresar una realidad antes oculta: la de la sangre que ha corrido en nuestra historia y no ha tenido reflejo en ella. Sobre este idioma único e inimitable el propio Droguett escribió que “tengo la impresión de que el lenguaje, las palabras, se interponen entre ellas y yo, suprimiendo torrencialmente puntos, comas, explicaciones obvias, descripciones inútiles… Esta fiebre da la sensación de vertiginosidad, de totalidad, a un estilo angustioso, acezante no por afán de improvisación, sino por necesidad de profundidad, es decir de realidad.” En 1970 obtuvo el Premio Nacional de Literatura y con su novela Todas esas muertes obtuvo el premio Alfaguara de Novela.